INICIO

INICIO
La "A" de artesano y la "I" de Informal e Independiente que habla nuestro Sindicato, en la Sigla que está registrada en el Ministerio del Trabajo.

miércoles, 17 de julio de 2013

METROSALUD una sola ESE

(Documento presentado por el médico German Reyes Forero, presidente de ASMEDAS Antioquia, al Concejo de Medellín en el debate de control político realizado el pasado lunes 15 de julio de 2013, al que fueron citados el vicealcalde doctor Carlos Mario Ramírez Ramírez; el secretario de Salud de Medellín doctor Gabriel Jaime Guarín Alzate, y la gerente de Metrosalud doctora Martha Cecilia Castrillón Suárez). Estamos aquí nuevamente, luego de 18 años de haber sido presentado al Concejo de Medellín el Acuerdo 11 de 1995, siendo alcalde de Medellín el doctor Sergio Naranjo Pérez y subdirector técnico de Metrosalud el actual presidente de su Junta Directiva el odontólogo Carlos Mario Ramírez Ramírez; y luego de 15 años del debate suscitado en este Concejo en 1998 por el estudio TECKNÉ, en el gobierno de Juan Gómez Martínez, cuando en ambas ocasiones el Concejo Municipal de Medellín tomó la decisión, acertada por demás, de mantener a METROSALUD como una unidad de empresa, con el fin de convertirla en el eje y la herramienta esencial para la articulación y aplicación de las políticas de salud pública en la ciudad de Medellín. Ha sido esta unidad de empresa la que nos ha permitido la coherencia suficiente para lograr convertir el Instituto Metropolitano de Salud en la Metrosalud de hoy, con una infraestructura moderna, ubicada donde la comunidad la necesita, con premios a la calidad en salud, con altos niveles de satisfacción en sus usuarios y con elevados indicadores en salud pública para la ciudad. Si bien en este desarrollo hemos participado muchos actores: las comunidades, los trabajadores de la ESE, diferentes gerentes, varias administraciones municipales y muy especialmente el Concejo de la ciudad, custodiando este patrimonio y garantizando la aplicación de los recursos públicos para el mejoramiento de los servicios de salud, vemos con inmensa preocupación el retorno de los promotores de la política de liquidación de Metrosalud en 1995 a la actual Administración municipal; se cierne nuevamente sobre la empresa la amenaza de la desmembración y se promueve nuevamente la política de privatización. Con una estrategia engañosa se construye una sombra de crisis en la ESE comenzando por reducir en cerca de un 50% los recursos para inversión en Metrosalud en el plan de desarrollo actual en comparación con los dos cuatrienios anteriores; y comienza a argumentarse que los hospitales construidos con estas transferencias no serán patrimonio de la empresa, tal vez para facilitar su futura cesión, préstamo a terceros o enajenación y, de paso, desconociendo las normas que regulan esta materia desde la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993. Ahora el lobo se disfraza de cordero y, para avanzar en su propósito liquidatario, de una forma abusiva y falsa, la Administración municipal se propuso el año pasado entregarle el Hospital Infantil Concejo de Medellín a una corporación pública, con el argumento de la incapacidad financiera y administrativa de Metrosalud para operarlo, ocultándole a la opinión pública que las corporaciones son entidades de derecho privado sin importar cuál es el origen de su composición; lo que implicaría, en términos reales, una privatización y ocultando, además, que toda la operación sería a cargo del presupuesto de Metrosalud, como consta en los términos del contrato de Metrosalud con Fedsalud, para la operación del nuevo hospital. ¿Cuál era, entonces, la incapacidad financiera? Cuánto mayor el engaño si la Corporación aún no está legalizada y el Hospital Infantil Concejo de Medellín opera bajo la dirección de Metrosalud, con unos activos y equipos públicos entregados a particulares, con el único fin de justificar la tercerización de los servicios y la reducción de los salarios para el personal que presta allí sus servicios a los niños de Medellín, en contravía de las normas que regulan el empleo público en salud y las políticas que promueven el trabajo decente. Cuánto mayor nuestra preocupación e indignación cuando escuchamos que este modelo “exitoso” para la Administración municipal, perverso para nosotros, pretende ser adoptado para las unidades hospitalarias próximas a remodelarse o reconstruirse, tales como las de Pajarito y Buenos Aires, y de allí extenderlo a las demás unidades hospitalarias para terminar consolidando la división de la ESE Metrosalud, soñada por ellos desde 1995. Está claro ya para la mayoría de los colombianos que la crisis de los hospitales en todo el país se debe a fallas estructurales de un sistema que llevó a las IPS públicas y privadas a acumular una cartera inmensa que, para el caso de METROSALUD, es cercana a los 50 mil millones de pesos, y que la única manera de continuar garantizando la continuidad en la prestación de los servicios de salud a la población vulnerable es mediante el reconocimiento de esta deuda y la aplicación de recursos de oferta; sin embargo, la administración actual está buscando el muerto río arriba, acusando de la situación financiera de la ESE a sus usuarios y a sus trabajadores. Muestra de ello es la reducción en la oferta de servicios como consulta externa, el cierre de camas y de laboratorios en varias unidades hospitalarias, para convertir estos últimos en servicios de toma de muestras (caso concreto la unidad hospitalaria San Antonio de Prado), negación del pago de prima de vida cara a los empleados que no reciben prima de servicios, etc. Es claro que todo este contexto hace parte de un plan perverso y bien estructurado para propiciar el marchitamiento de Metrosalud, cerrando progresivamente servicios, estimulando la insatisfacción en los usuarios y promoviendo una animadversión contra los sindicatos con el fin de facilitar sus propósitos con la menor resistencia posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario